Primer Seminario 2012/13 

Amar en tiempos Revueltos: el sentido profundamente amoroso de esta crisis, aunque no nos lo parezca.

En estos tiempos de crisis en que la economía parece ser lo único que nos rige.....

y , colectivamente, nos inundan conceptos como rigor, austeridad, corrupción, creatividad, miedo, solidaridad....que nos obligan a atender , en el fondo, no el precio aparente de las cosas sino su auténtico valor, es crucial investigar los arquetipos que presiden este momento histórico para poder comprender en profundidad lo que proponen. 

¿Qué dioses están presentes y a qué nos obligan?  

  

Venus- Afrodita, la Dorada es una representación mítica de algo más que el placer. En sus mitologías, la Gran Dama se enfurece si no son respetados y honrados sus atributos celestiales: Belleza, Verdad y Justicia. Sus castigos provienen de la misma área que ella gobierna: el Amor.  Por ella comenzó la guerra de Troya. Psiqué fué castigada por la osadía del ojo humano que la equiparó en belleza a la propia diosa.....

En astrología el complemento polar (Sicigia) de Plutón – Hades (el señor del Inframundo) es  Venus – Afrodita (la Sonriente). Marte (el guerrero) es su otra gran pareja cósmica y juntos conforman la pareja de los eternos amantes. 

En su desarrollo teórico sobre el alma humana, ya Sigmund Freud mencionó el primer par, contraponiéndolos y nombrándolos , crucialmente, como Eros y Tánatos, que refieren a un principio anímico medular: Todo lo que se muestra vitalmente se oculta a la vez....

C.G.Jung profundizó enormemente sobre el concepto de "Sombra"......

y James Hillman nos enseñó que cada representación arquetipal son el rostro distinto del mismo mitologema....

En esta crisis económica que deriva en una profunda crisis existencial, ecológica, creativa y social......y nos parece estar olisqueando el aroma de la muerte de una época, como única protagonista, la Fundación C.G.Jung propone indagar qué ámbitos guarda el mito Venus-Plutón-Marte defendiendo sus dominios. Como siempre los antiguos dioses griegos , y su primigenia descripción arquetipal, siguen presidiendo nuestras vidas......

Primer Seminario curso 2012-2013

Comentario y reflexión sobre la pelicula de Agnes Vardâ: Los espigadores y la espigadora (imagen). "El amor transpersonal: perder el miedo a perder"

Silvia Tarragó. 

Ponencia sobre Venus-Plutón "El sentido arquetipal de esta crisis. Un Análisis astrológico y arquetipal.

Silvia Lebrero

Viernes 19 de Octubre. 

A las 20h

Teià ( Barcelona)

Plazas limitadas. Rogamos confirmar asistencia.

www.fundacioncgjung.blogspot.com

Precio: 50€

Sincronicidad

Fragmento escrito por Marie Louise Von Franz. - "El hombre y sus símbolos" pgs.207-8, Ed.Caralt- 2002- Bcna

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El hecho de que este superior y más frecuente símbolo del "sí-mismo" sea un objeto de materia inorgánica señala aun a otro campo de investigación y de especulación, esto es, la relación, todavía desconocida, entre lo que llamamos psique inconsciente y lo que llamamos "materia", un misterio que la medicina psicosomática se esfuerza en descubrir. Al estudiar esa conexión aún indefinida e inexplicada (podría resultar que "psique" y "materia" son en realidad el mismo fenómeno, uno observado desde "dentro" y otro desde "fuera"), el Dr. Jung expuso un nuevo concepto que él llamó sincronicidad. Este término significa una "coincidencia significativa" de sucesos exteriores e interiores que no están conectados casualmente. Lo importante es la palabra "significativa".
Si un avión se estrella ante mis ojos cuando me estoy sonando la nariz, esto es una coincidencia de hechos que no tiene significado. Es simplemente un suceso casual de un tipo que sucede en todo momento. Si compro una bata azul y, por error, la tienda me envía una negra en el mismo día en que se muere un familiar mío, esto puede ser una coincidencia significativa. Los dos hechos no están relacionados casualmente, pero están conectados por el significado simbólico que nuestra sociedad da al color negro.
Dondequiera que el Dr. Jung observaba tales coincidencias significativas en la vida de una persona, parecía (como revelaban los sueños de esa persona) que había un arquetipo activado en el inconsciente de esa persona. Aclaremos esto con el ejemplo de la bata negra: en un caso semejante, la persona que recibe la bata negra puede haber tenido también un sueño sobre el tema de la muerte. Parece como si el arquetipo subyacente se manifestara simultáneamente en los hechos internos y externos. el denominador común es un mensaje simbólicamente expresado, en este caso, un mensaje sobre la muerte.

Tan pronto como percibimos que ciertos tipos de hechos "gustan" de acumularse en ciertos momentos, comenzamos a comprender la actitud de los chinos cuyas teorías de medicina, filosofía e, incluso, de edificación se basan en una "ciencia" de las coincidencias significativas. Los textos clásicos chinos no preguntaban qué causaba qué, sino màs bien qué "gusta" que ocurra con qué. Podemos ver mucho de este mismo tema subyacente en la astrología, y en la forma en que diversas civilizaciones dependieron de la consulta de los oráculos y pusieron atención a los presagios. Todo eso son intentos de explicar una coincidencia que es diferente de una que depende de causa y efecto fáciles de comprender.

Al crear el  concepto de sincronicidad, el doctor Jung esboza un camino por el que podemos penetrar más profundamente en la interrelación de psique y materia.  Y precisamente hacia tal relación parece apuntar el símbolo de la piedra.

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La vida vivida hacia atrás

James Hillman. "Cien años de Psicoanálisis y todo sigue igual"

Diálogos y cartas donde junto a Michel Ventura echan una ojeada mordaz no tan sólo al legado de la psicoterapia sino a cada faceta de la vida actual, desde la secualidd a la politica pasando por los medios de comunicación, el entorno y la vida en las ciudades. Arremeten contra la esencia misma de nuestros dogmas y concepciones más arraigadas. Ed.Sudamericana

Fragmentos de la respuesta dada por J.Hillman (a ampliar en breve)

http://www.scribd.com/doc/101118772/James-Hillman-Cien-anos-de-Psicoanalisis-y-todo-sigue-igual